Un dispositivo electrónico “wearable” (vestible), similar a un antifaz pero con la particularidad de emitir pulsos de luces y sonidos, promete ser la solución a los problemas para dormir que sufren millones de personas alrededor del mundo.
Sana, que aún está en fase de desarrollo y promete estar a la venta a mediados de 2018 por 400 dólares, monitorea los signos vitales y “a través de luces y sonidos neuromodulados, guía al cerebro a una secuencia” que desembocaría “un ciclo de sueño natural y profundo”.
El wearable es un desarrollo de Richard Hanbury, un diplomado en leyes del Colegio de Londres que durante su juventud sufrió un accidente automovilístico que le “partió la espalda” y lo amenazaba con una sobrevida llena de dolores y dificultades para dormir.
Después de probar tratamientos que incluyeron combinaciones de drogas derivadas de la morfina, Hanbury entendió que “innovaba o moría” y que su misión era “resolver este problema” para él “y brindar un mejor dormir a todos”.
Durante sus presentaciones, el CEO del proyecto afirma que el desarrollo se deriva del estudio de más de 700 electroencefalogramas realizados durante más de 20 años.
Desde Sana afirman que el sistema ayuda a los ciclos de sueño en los pilotos del proyecto Solar Impulse, el avión que dio una vuelta al mundo en 505 días alimentado únicamente mediante energía solar fotovoltaica.